¿Has decidido dedicarte a la pintura y necesitas unos consejos?
Enhorabuena, tienes buen gusto tomando decisiones. Me gustaría ayudarte con esos consejos, aquellos que me hubiera gustado recibir en mis inicios. Todo consejo es siempre autobiográfico.
Sé que no estarás de acuerdo con la mayoría de ellos; pero se trata de eso, de coartar ese tierno romanticismo que posiblemente te hayan inculcado. Aquí te dejo cuarenta consejos. Ámalos u ódialos, pero tenlos en cuenta.
40 consejos
1) En primer lugar, no estudies Bellas Artes.
2) En segundo lugar, estudia. Mucho. Lo que sea (menos Bellas Artes).
3) Aprende técnicas. Muchas. Las que sean.
4) Sé bueno en algo. Mucho. En lo que sea. No te diluyas. Pon todos los huevos en la misma cesta.
5) No te preocupes demasiado por la pintura hasta que hayas aprendido a dibujar. No es fácil. Crees que sabes, pero no es verdad. Nunca sabrás lo suficiente.
6) Ve a museos y exposiciones. No, no lo haces lo suficiente.
7) Quizá eras el mejor de tu clase, pero tu nivel es insultantemente bajo y en el fondo lo sabes. Haz algo al respecto y nunca temas aprender demasiado.
8) Ya no estás en el colegio. No eres el protagonista ni el sujeto pasivo. Nada gira a tu alrededor ni volverá a hacerlo; y si no aportas nada, vas a ser profundamente ignorado. Tienes que aprender lo más rápido posible. Si tienes suerte te ayudarán; pero si no, espabila. Si eres rápido, bueno y eficiente todos estarán encantados contigo.
9) ¿Te dedicarías a la pintura si supieras que no vas a ganar nada? Si se te quitaron las ganas, esto no es para ti. Si continuas entusiasmado por dedicarte a la pintura, entra; tienes un gran futuro por delante.
10) Acepta que la pintura no es sólo un trabajo, es una forma de vida placenteramente sacrificada. Hay otros trabajos que no requieren una implicación personal tan comprometida, pero no los deseas, ¿verdad? (¡¿Verdad?!).
11) «Esto no es comercial» va a ser la frase que más escucharás, pero nadie tiene la más remota idea de lo que es comercial. Lo te están diciendo es que no es decorativo, pero ese no es tu terreno. Haz algo rematadamente bueno y auténtico y se venderá, con o sin galería; el resto son excusas provenientes de personas sin visión ni capacidad de riesgo.
12) Cuando llegues a una galería, lo más importante es que cales a las personas. Al amable, al endiosado, al borde, al pedante, al envidioso, al listo. Al que te ayudará, al que te puteará, al que te ignorará. Tendrás que tratar de forma diferente a cada uno de ellos, exactamente igual que en cualquier otro trabajo. Esto es el mundo real, compórtate como un adulto y serás tratado como tal; compórtate como un niñato y serás tratado como tal.
13) Si te disfrazas de artista serás tratado como un impostor. Cuando seas un genio te podrás permitir el lujo de hacer el ridículo y que te aplaudan por ello, pero nunca antes. Lo único que debe llamar la atención de ti es la potencia de tu pintura, no de tu pose.
14) No seas antipático. Ser artista no te da derecho a ser pomposo y arrogante. No eres tan importante, baja del pedestal y trata bien a las personas. A todas.
15) Interactúa, no te escondas en un rincón esperando a que te descubran. ¿Tan importante te crees? El mundo no está en deuda contigo. Muévete.
16) Vas a estar rodeado de artistas y flipados. Somos un coñazo y sólo hablamos de nosotros. Administra tu vida social con tus colegas como te apetezca, pero mantén siempre los pies en el suelo.
17) No temas socializar. Lo ideal es estar con la gente, compartir tus rarezas sin tener miedo a no ser como ellos. Estar con los demás sabiendo retirarse a tiempo. No vas a quedar como un raro, ya saben que eres raro; así que enseña al mundo tus rarezas porque son aquello que te define como alguien verdaderamente excepcional.
18) Hay artistas buenos y artistas buenísimos. La mayoría no trabajarán cerca de ti, es improbable que puedas ver su trabajo y recibir sus consejos. Da igual, aprende de ellos. Estúdialos con devoción. Exprime Internet.
19) Las redes son un proxy increíble. Busca a los mejores y síguelos. Adóralos, investígalos, estúdialos y déjate influenciar por todo aquello que te conmueve y que estimula tu curiosidad.
20) Internet es tu escaparate. What you show is what I get. Aprovecha las infinitas posibilidades que nos brinda el siglo XXI.
21) Esto no es una lucha. Pásatelo genial haciendo lo que más te gusta de la mejor forma posible. Pero no luches con nadie, que no hay guerra. Tampoco hay competencia; solo está tu talento, o su ausencia.
22) Las galerías, las empresas, las instituciones, los conservadores, los críticos, los representantes, los clientes y los coleccionistas tienen intereses. Por supuesto que los tienen, y eso es bueno. Las ONG, los soñadores, las víctimas, los comprometidos con causas, los lloricas, tus colegas…, también. Tú también tienes tus intereses; aclara tus prioridades y persíguelas con madurez y determinación.
23) No juzgues a nadie por la galería en la que trabaja o por el número de seguidores, sino por su obra. Un cuadro de mierda en una galería fantástica con miles de fans sigue siendo un cuadro de mierda.
24) Todo el mundo tiene que comer, pero cada uno decide qué está dispuesto a tragar por un puñado de billetes. Fija esos límites, pero tampoco te pases de señorito.
25) No eres inmune al dinero, no eres puro, no eres divino. Eres humano. Pero puedes ser íntegro, auténtico y profesional. El dinero no corrompe a las personas, las ayuda a prosperar. Son las personas las que corrompen al dinero. La envidia es malísima. Desconfía de ti mismo cuando sientas envidia, y procura reciclarla en admiración.
26) ¿Cómo vas a hacer negocios en el sector del lujo siendo un analfabeto en finanzas? Procúrate urgentemente una mínima educación financiera. Tu mayor preocupación ha de ser la pintura, no el dinero. Aprende a ganar dinero para olvidarte lo más pronto posible de éste y poder centrarte en la pintura.
27) Necesitarás manejar con soltura conceptos básicos de mercado y negociación. Todavía no lo sabes, pero puede ser lo más importante para tu carrera, independientemente de que seas un zoquete o un genio de la pintura. Nunca temas aprender todo aquello que contribuya a que tu pintura encuentre un hogar.
28) Al principio no ganarás casi nada, si es que llegas a cobrar algo. Eso pasa en todos los negocios propios. Hay que tener objetivos y constancia.
29) Vas a sufrir presiones económicas y crisis artísticas; también desvaríos. Hazte rápido a la idea y respira hondo. Ni se te ocurra leer libros de autoayuda, te destrozarán la vida. Mejor lee a Bertrand Russell. O a Séneca. O a Nicholas Nassim Taleb. Sólo necesitas disciplina y tenacidad, eso es todo.
30) Con los años, ganar dinero te resultará fácil o imposible, pero no difícil. Nadie se enriquece con dificultad en este mundillo, sencillamente lo consigue o no lo consigue (Yoda’s theme).
31) Paradójicamente, los artistas que buscan ganar mucho dinero con réplicas de comportamientos y estilos de éxito no lo consiguen en absoluto. Imitar resultados no significa comprender los procesos. Olvídate ya mismo de imitar el resultado de nadie.
32) El mundo del arte está lleno de cabrones, de vagos, de jetas, de mentirosos, de vendemotos. Exactamente como en cualquier otro trabajo.
33) Te van a impagar, estafar, robar, engañar, ningunear y decir unas bobadas monumentales. Verás cotas de incompetencia que no alcanzarás a comprender en tu vida. No quieras resolver los problemas rompiendo piernas como un Neanderthal, mejor procúrate un buen seguro jurídico y lidia con impresentables e incompetentes de forma civilizada y elegante, pero sin tregua. Hazlo por ti, por tu salud y por la del mundo entero.
34) En una galería, como en cualquier trabajo, hay que encontrar el equilibrio entre lo que te piden y lo que estás dispuesto a hacer. Con límites. Márcalos, deja claro que tienes intereses más allá de la ilusión. La ilusión es mala compañera en los negocios, y muchos se aprovecharán de tu buena disposición para zarandearte en su beneficio. Echa un vistazo a tu alrededor y probablemente descubras que ya se están aprovechando de ti.
35) No culpes a otros por tu desdicha, eres responsable de tu destino profesional. Deja de lloriquear y aprende de tus errores.
36) No, no tienes mala suerte. Lo que tienes es miedo al mundo real. Trabaja tu suerte fabricando oportunidades; estadísticamente alguna de ellas fructificará. No desistas.
37) Practica la honestidad que reclamas a los demás. La tentación de hacer trampa va a estar ahí siempre. Es enorme. Y la mayoría de las veces crees que no te pillarán; pero no lo hagas: te van a pillar.
38) La vas a cagar. Muchas veces. Rectifica tus cagadas y habrás aprovechado la oportunidad de ser mejor.
39) Cuando la cagues, reconócelo y pide disculpas. Hazlo pronto y sin medias tintas. En serio, no pasa nada. Asume las consecuencias deportivamente y rectifica tus errores con espíritu empírico.
40) Recapacita: pintar es mucho mejor que cualquier otro trabajo. Por tanto, si vas a dedicarte a la pintura, estás de enhorabuena. Porque, resumidamente, te lo vas a pasar genial a pesar de todo. No te atocines, que pintar bien vale la pena.
Estos consejos se escribieron en mayo de 2014, en la isla de Menorca. Su intención no es aleccionar a nadie, sino poner en orden mis ideas. Si los consejos te sirven, son tuyos.
También escribí un decálogo. Diez mandamientos siempre son más fáciles de recordar que cuarenta consejos. Si te ha gustado esto, creo que deberías echarle un vistazo.