Libro sobre Carles Gomila
Catálogo de exposición retrospectiva, 2014
Textos de Carles Gomila y Sergi Cleofé Huguet
Sala El Roser, Ciutadella de Menorca, España
160 páginas con un montón de imágenes y textos
Edición trilingüe: català, castellano y English
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Hola, me llamo Carles Gomila y me dedico a la pintura
Me gusta curiosear en muchos jardines, pero mayormente hago de mi vida pinturas, y de las pinturas, sueldos. Cuando no consigo sueldos, sigo pintando, porque es lo que me apetece hacer de todas formas.
No tengo hobbies, no concibo fragmentar el deseo y la obligación. No tengo horarios, no me apetece desconectar. Me aplico auditorías personales para cumplir con los requisitos mínimos de honestidad, productividad y autenticidad. Nunca logro superarlas, y me alegro por ello: ¡hay tanto por llegar a ser!
Nací en la isla de Menorca (España) en 1978 y decidí entregarme a la pintura desde muy joven. No siempre lo tuve tan claro; en su momento dudé entre arte y ciencia, y me decidí por lo que me considero más capacitado. He de mencionar que estudié Bellas Artes en Barcelona, sin embargo mi formación es fruto del estudio de los grandes maestros. Soy —y seré— un eterno estudiante.
Mi arte
En mi pintura persigo el perfume de los clásicos, el compromiso de lo atemporal que nutre los cuerpos de un vigoroso ímpetu. Una pintura tierna y a la vez turbadora, sugerente, vivaz, con cuerpo, mesura y elegancia.
Actualmente trabajo con galerías de arte en España, Reino Unido y Estados Unidos. Pero la verdad es que dedico la mayor parte del tiempo a trabajar para coleccionistas privados. No concedo demasiado valor a los currículos, así que os ahorraré esa tabarra. Prefiero que me juzguéis por mis obras, no por quienes las venden.
En este catálogo se recogen mis anotaciones sobre arte en general, y pintura en particular. Es un ejercicio de sinceridad por medio del cual desearía avivar vuestra curiosidad por la creación artística, y contaros las aventuras que corren las obras hasta encontrar un hogar.
Carles Gomila. Mayo de 2014.
Las gogós de las artes
Hey you! —susurran los Pink Floyd desde un 5.1 mientras aterriza un ángel relleno de carnes, llorando de puro goce, envuelto en ropajes con tecnología de autocensura inteligente. Es el momento mágico en que, como decía Lope de Vega, las ideas pasan de las musas al teatro.
Las musas son mis diosas y yo su pagafantas. No me permiten casarme con las chicas del Departamento de Artes de la Administración del Cosmos. Y lo peor de todo: si logras flirtear con ellas, nunca dejan su teléfono. Es raro porque cuando nos vemos nos saludamos, pero no nos hablamos. Les gustan los piropos pero no se dejan tentar fácilmente, son tremendamente decorativas y te enamoran a distancia.
Ligar con una musa es la culminación de un largo proceso de seducción que no siempre produce dividendos.
Parafraseando a Wilde, el peor de los vicios es aquel placer que te deja insatisfecho, y si logras bailar con una gogó de las artes, quieres más. No quieres parar. No quieres otra cosa. Y en el momento en que ves su silueta hasta en las manchas de humedad comprendes que estás perdido, que jamás te dedicarás a nada que no sea perseguir sus faldas.
La condena por bailar con una musa es la pintura.
Introducción
Carles Gomila pinta lo que sabe.
Carles Gomila vive, ama, conoce y observa. Constantemente, observa. Con su magia puede convertir cualquier detalle en una obra maravillosa. Pero esta capacidad necesita práctica y disciplina, de manera que continuamente estudia y revisa aquello que podría estar infectado por el error.
Sencillamente, su intención es la de hacer las cosas bien, tratando siempre de conseguir la excelencia. Así, afirma que lo más importante para obtener buenos resultados no es otro que trabajar con perseverancia y de forma responsable, dejando de lado temas como la inspiración u otras leyendas que envuelven a los grandes artistas.
Las influencias de Gomila
Pero para ser pintor no tan sólo debemos saber como coger los pinceles. También se necesita una actitud hacia la propia existencia y unas aptitudes habituadas al conocimiento de diferentes técnicas y materiales. Además, hay que tener una perspectiva histórica del arte, de manera que es necesario estudiar y entender a los clásicos y otras corrientes artísticas, y adoptar una extensa amplitud de miras tanto en el ámbito histórico como en el geográfico.
En este aspecto, Gomila basa algunas de sus obras en la pintura de autores clásicos y logra resultados espectaculares en los que se combinan la tradición y la modernidad.
Entonces, por ejemplo, toma referencias de la mano de grandes maestros de la pintura de épocas pasadas, como Velázquez, Van Eyck o El Greco, de los cuales hace una lectura contemporánea, fresca y actualizada. Transporta estos maestros a nuestro tiempo, con el fin de mostrarnos como su vigencia aún continúa y nos resulta atractiva, aun viviendo inmersos en el siglo XXI.
Sergi Cleofé Huguet.
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Más información:
- En el blog, tienes una entrada donde reflexiono sobre la belleza, proveniente del libro.
- También proviene del libro mi post sobre la figura humana, un conjunto de reflexiones sobre el alma, la piel y los ropajes.
- Puedes leer mi anexo del libro 40 malos consejos para buenos artistas.
- También tienes en el blog mi otro anexo, donde revelo mi decálogo personal, siempre visible en el estudio.